lunes, 3 de junio de 2013

EJERCICIOS!!!!!!!!!!!!

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EL ARTE EN EL NEOLITCO

En los años finales del Neolítico los seres humanos comenzaron a construir monumentos con grandes bloques de piedra, llamados megalitos (grandes construcciones de piedra). Los principales monumentos megalíticos eran los menhires, los dólmenes y los crómlechs. Los menhires eran grandes piedras alargadas, hincadas verticalmente en el suelo. Posiblemente, su construcción tenía relación con el culto al Sol. Los dólmenes eran construcciones elaboradas con piedras verticales que formaban un muro y que se cubrían con varias losas horizontales de gran tamaño; eran grandes sepulturas
colectivas. Los crómlechs eran grandes recintos circulares formados por la agrupación de menhires; probablemente eran santuarios
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Leemos sobre el NEOLITICO

Durante decenas de miles de años, los seres humanos vivieron, o más bien sobrevivieron, según las condiciones naturales se lo permitían. Ocultándose en cavernas, fabricando rudimentarias armas para arrancarle a la naturaleza sus criaturas vivas y moviéndose constantemente, ya que los grupos humanos no eran capaces de elaborar una cultura adaptable a las diversas geografías y que hiciera frente a los
ciclos de la naturaleza: cambios de clima y estaciones, migraciones de animales.
Sin embargo, poco a poco, los seres humanos se fueron dando cuenta de que la naturaleza tenía un cierto orden, detrás de su cambiante apariencia. Después de la temporada fría venía una temporada más cálida, y viceversa, y el movimiento de los animales y la vegetación dependía estrechamente de esos cambios de estación.
De esta manera, se fueron localizando en rutas de migración de animales, en tierras fértiles o cerca de los principales ríos (Nilo, el Eufrates y el Tigris). Además, observaron y conocieron los ciclos vitales de la vegetación. El instinto de experimentación y la creatividad, junto con la necesidad, se manifestó en estas comunidades, donde probablemente las mujeres
comenzaron a ensayar formas de cultivo a partir de las semillas de los frutos comestibles, mientras los hombres seguían dedicados a la caza. Era el nacimiento de la agricultura. El ser humano dejaba de estar desnudo frente a la naturaleza; ahora podía proyectarse en el tiempo, ahorrar, planificar y diversificar
tareas. En una cadena de efectos sucesivos, la actividad agrícola obligó a permanecer en un área para cuidar los cultivos y posibilitó el sedentarismo; comenzaron a construir ALDEAS donde podían vivir varios clanes, cada uno dirigido por su jefe. La asamblea de jefes de los clanes seguramente eran la máxima autoridad de la ALDEA.
La mayor disponibilidad de granos y vegetales posibilitó también alimentar animales, con lo que nació la domesticación de animales o ganadería, como la cabra, la oveja, el buey, el perro y el caballo. Es muy importante tener en cuenta que todos estos cambios técnicos y culturales no se dieron simultáneamente en todas partes. Mientras el Cercano Oriente fue la zona pionera en el desarrollo de la agricultura diez mil años antes de Cristo, regiones como Sudamérica o Asia Pacífico recién desarrollaron esa tecnología ocho mil años después. Este proceso fue paulatino, lo que significó que
coexistieran aldeas, poblados y ciudades dentro de la misma región y entre distintas regiones, situación, por lo demás, que es posible observar hasta hoy en algunos lugares del planeta.


Los cambios provocados por el descubrimiento de la agricultura fueron tan profundos y significativos, que los investigadores han identificado este proceso como una verdadera Revolución agrícola o
neolítica.

¿Y por qué se le llama Neolítico? Debido a que los principales vestigios dejados por estas
culturas fueron de piedra –hachas, instrumentos agrícolas– y presentaban un trabajo mucho más elaborado que las piedras delPaleolítico. Estas nuevas piedras (neo: nuevo, lithos: piedra) estaban pulimentadas, ya no solo talladas, y cumplían nuevas funciones.
El desarrollo de la agricultura acarreó un sinnúmero de nuevas actividades humanas. ¿Qué hacer con todos los granos y vegetales cosechados que no se consumen inmediatamente?, ¿cómo llevar el registro de toda la producción? Es así como surgieron las técnicas de almacenamiento y contabilidad, siendo la alfarería
la manifestación física de todo ese complejo proceso. Los jarros, ánforas, vasijas y tinajas han sido encontrados en las excavaciones. Las sociedades neolíticas descubrieron otras materias primas, como la arcilla que, al ser cocida, se transformaba en cerámica, endureciéndose definitivamente para conservar la forma que le diera el artesano. Se desarrolló también la textilería, ya que se podían obtener, de manera más o menos constante, gran cantidad de fibras, como lana o algodón, para ser hilados y trabajados en telares simples.
El trabajo agrícola permitió a las comunidades humanas neolíticas disponer de mayor tiempo y recursos para dedicarlos a otras actividades. Ya no había que estar permanentemente a la búsqueda de la presa o del fruto.
Nació así la división del trabajo en la Aldea: no todos harían lo mismo. Si bien antes de la agricultura ya había una división de las labores –hombres cazando, mujeres criando–, era muy básica y no involucraba una gran cantidad de tareas. En el Neolítico en cambio, existían actividades diversas, como la agricultura, la ganadería, la alfarería, la metalurgia, la contabilidad, la defensa y la religión. Surgieron nuevas necesidades de organización y administración, política, defensiva, que fueron transformando paulatinamente las comunidades igualitarias en sociedades, donde el acceso a recursos no era igual para
todos. Así, surgieron las primeras diferenciaciones y jerarquizaciones sociales. Aquel grupo que lograba criar más animales o guardar más alimentos a la larga tendría más poder, permitiéndose sostener fuerzas
armadas y dominar a otros grupos de la sociedad.

LA vida en el NEOLITICO a través de una imagen